Muchas veces por ignorancia cometemos errores que nos cuestan muy caro. A pesar de las ventajas y beneficios que hoy ofrece Internet también se corren peligros que nos pueden llevar a situaciones muy desagradables.
"En una sociedad global y abierta, en la que la información fluye masivamente, el intercambio y la exposición no controlados de los datos personales se convierte en un riesgo para la privacidad y, en ocasiones, para la integridad y el honor o la imagen, pues también se dan situaciones de acoso, intimidación y chantaje.
Efectivamente, existen empresas o individuos que realizan prácticas encubiertas, fraudulentas o ilegales, que obtienen datos de terceras personas para obtener beneficios comerciales, que suplantan la identidad, que roban los datos de los propios ordenadores por medio de software malicioso (malware: virus troyanos, gusanos, programas espía). Por esta razón, también es importante disponer las medidas técnicas precisas para evitar el acceso y robo a los datos.
Cuidar de sí mismo es vital, pero cuidar de los demás es un principio básico para la convivencia y la ciudadanía responsable.
Cada cual es responsable, primero de respetar y después de proteger, la privacidad ajena. La comunicación digital y las redes sociales hacen que personas cercanas compartan aspectos privados y en general información personal. Si estas informaciones traspasan la esfera privada y se convierten en públicas se pueden producir efectos no deseados.
Disponer de un dato personal, estar en posesión de una fotografía, no da derecho a hacer uso del mismo y, mucho menos, a trasferirlo a otras personas. Cada persona y nadie más es quien decide el tratamiento que pueden recibir sus datos personales" Fuente: Pantallas amigas
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