Con una solemne Eucaristía la familia gorettiana quiso agradecer a Dios por la vida y el trabajo de nuestros queridos compañeros Luz Elisa de Tapia, Marielita, Franco Narváez y Jaime Jaguandoy quienes dedicaron gran parte de su vida al servicio de la niñez y la juventud en nuestra institución. Nos dejan un vacio enorme y quizá la tristeza de no compartir diariamente las actividades pero en cada uno de nosotros dejan una huella imborrable su responsabilidad, dedicación, amor por su trabajo serán siempre el ejemplo a seguir para los que aún nos quedamos.
Estamos seguros que nuestro querido Padre Guillermo los seguirá acompañando y bendiciendo en las nuevas actividades que desde hoy inician...
Compañeros recuerden unas bellas palabras de la Madre Teresa de Calcuta:
"NUNCA TE DETENGAS.... Siempre ten presente que: la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años... Pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad... Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña, detrás de cada línea de llegada, hay una de partida; detrás de cada logro, hay otro desafío... Mientras estés vivo, siéntete vivo... NUNCA TE DETENGAS...."
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